Cuando se trata de administrar tu dinero, existen temporadas para todo: una temporada para gastar, una temporada para invertir y una temporada para ahorrar.
Al analizar el panorama completo de tu vida financiera, hay tres preguntas importantes que sin duda surgirán:
- ¿En qué temporada financiera estoy hoy?
- ¿Qué metas financieras estoy tratando de cumplir para el futuro?
- ¿Cuál estrategia es mejor para mí en este momento? ¿Ahorrar o invertir?
Si recientemente has emigrado a los Estados Unidos, puede parecerte imposible contestar estas preguntas con certeza.
Aquí están las buenas noticias: las estrategias para invertir o ahorrar siempre serán útiles para construir tu versión del sueño americano. No importa tu edad, carrera, nivel socioeconómico, o estatus de inmigración, hay una estrategia para cada quién.
Para ayudarte a abordar este complejo tema, hemos dividido este artículo en tres partes.
Después de una breve explicación sobre los principios de “ahorrar vs. invertir,” Parte 1 cubrirá cuándo invertir, Parte 2 cubrirá cuándo ahorrar, y finalmente, Parte 3 cubrirá cómo ahorrar.
¡Empecemos!
Los Puntos Más Importantes
¿Prefieres la versión más corta? No hay problema.
Aquí tienes el resumen del artículo:
- Si necesitas efectivo a corto plazo, prioriza ahorrar sobre invertir.
- Si estás pensando en comprar acciones, primero haz un presupuesto, paga tus deudas y establece un fondo de emergencias.
- Si inviertes, empieza lento, sé paciente y prioriza la estabilidad a largo plazo sobre el éxito a corto plazo.
- Si tu empleador te ofrece un plan 401 (k), aprovéchalo al máximo.
Ahorrar vs. Invertir: Explicación
Aunque estos términos se utilizan frecuentemente de manera indistinta, ahorrar e invertir son estrategias muy diferentes.
Cuando ahorras, tú guardas tu dinero en una cuenta de banco con bajos rendimientos (relativamente hablando), pero con muy bajos niveles de riesgo.
En contraste, invertir te expone a niveles más altos de riesgo con el potencial de obtener un rendimiento mucho mayor. Esto es verdadero ya sea si inviertes en la bolsa de valores, en criptomonedas, en bienes raíces o en cualquier otra inversión “alternativa.”
Aunque ahorrar e invertir son fundamentalmente diferentes, aun los une un aspecto importante: ambas son estrategias para ayudarte a construir tu patrimonio a lo largo de un periodo de tiempo extendido.
La pregunta es: ¿cuál camino deberías seguir?
Decidirte sobre una u otra estrategia, o una combinación de las dos, dependerá de tu situación financiera particular.
Parte 1: Cuándo Invertir
Invertir es una tarea a largo plazo marcada por la volatilidad del mercado, especialmente si se trata de invertir en la bolsa de valores. En otras palabras, la bolsa de valores es como una montaña rusa financiera. Algunas partes del trayecto son emocionantes, mientras que otras pueden ser desconcertantes (por decirlo amablemente).
Para la mayoría de los estadounidenses, por lo tanto, invertir no se trata de generar un ingreso a corto plazo. En vez de eso, se trata de construir un fondo de reserva (coloquialmente conocido como “nest egg” en inglés, literalmente “nido-huevo”) para disfrutar cuando te retires.
Hay una buena razón para ello.
Históricamente, la bolsa de valores promedia un 10% de rendimiento y consistentemente le gana a la inflación en un 7%. Ahora en el 2022, mientras los precios están subiendo y el poder de compra del dólar está bajando, invertir puede parecer una opción atractiva para tus ingresos discrecionales (los que puedes utilizar para invertir).
¡Pero aguarda! Antes de poner tu dinero en la bolsa, es importante que tomes algunas cosas en mente. Para empezar, recuerda que la bolsa de valores es muy volátil. Aunque obtener ganancias es posible, las pérdidas son inevitables.
En los últimos dos años, hemos visto los altos más altos y los bajos más bajos. Aunque 2020 y 2021 fueron años ejemplares para invertir, 2022 está considerado como uno de los peores para empezar a hacerlo en la historia reciente.
Sin duda, los giros inesperados están a la vuelta de la esquina.
Cuentas de Retiro: Explicación
En el mundo de las inversiones, escucharás muchas veces cosas como “IRAs” y “Roth IRAs.”
Aunque la terminología puede parecer compleja, en realidad es bastante sencilla: una cuenta de retiro individual (IRA, individual retirement account) es simplemente una cuenta de inversión con beneficios fiscales. En otras palabras, no tendrás que preocuparte por generar impuestos adicionales al completar transacciones en una IRA — siempre y cuando dejes tu dinero en tu cuenta.
Ya que pienses en retirar tu dinero, sin embargo, las cosas pueden volverse un poco más complicadas (como discutiremos en unos momentos).
Por ahora, hay tres tipos de cuentas de retiro que puedes considerar:
- IRA Tradicional: las contribuciones a una IRA tradicional son “deducibles de impuestos,” lo que significa que la cantidad contribuye directamente a reducir tus ingresos sujetos a impuestos.
Por ejemplo, si tú ganas $50,000 al año y pones $5,000 de tus ganancias en una IRA tradicional, tus ingresos sujetos a impuestos serían de $45,000.
- Roth IRA: A diferencia de una IRA tradicional, las contribuciones que hagas a una Roth IRA no son deducibles de impuestos. Sin embargo, gracias a que estas contribuciones cuentan como contribuciones a tus impuestos, tus retiros de dinero estarán 100% libres de impuestos.
La cuestión, entonces, sería: ¿prefieres pagar tus impuestos ahora o después?
Si tomamos en cuenta que la tasa de impuestos probablemente subirá, podría tener más sentido pagar tus impuestos ahora — específicamente si esperas que tus ganancias más altas las tendrás más adelante.
- SEP IRA: Si eres freelancer o eres dueño de una pequeña empresa o negocio, las SEP IRAs (Plan de Pensión Simplificado, Simplified Employee Pension Plan por sus siglas en inglés) están hechas para ti. Al igual que una cuenta tradicional de retiro, las contribuciones que hagas a una SEP IRAS son deducibles de impuestos y generan impuestos diferidos hasta que las retires.
Si te interesa abrir una IRA, lo puedes hacer en línea a través de un agente, de asistencia automatizada o de una institución financiera en cuestión de minutos.
El Valor de Invertir a Largo Plazo
Como mencionamos anteriormente, invertir es un juego a largo plazo. Aquí hay un breve ejemplo para explicar por qué esto así:
Digamos que tienes 32 años y que has invertido $100 en una compañía de tecnología bastante popular a través de una IRA.
Pasa un año, y la acción sube a $150, por lo que decides vender la acción.
El problema es que solo tienes 33 años. Si retiras tu dinero de una IRA antes de los 59 ½, dos cosas sucederán:
- Te cobrarán la tasa de impuestos normal (dependiendo de tu nivel de ingresos).
- La IRS te cobrará un 10% adicional en impuestos por realizar un “retiro temprano”.
Así que, aunque hayas ganado $50 dólares en tu inversión inicial de $100, terminarás pagando al menos $30 en impuestos, por lo que reducirás tus ganancias a solo $20.
En ciudades como New York y Los Angeles, tendrás suerte si con $20 puedes comprarte un almuerzo decente.
Nota: este ejemplo no tiene como propósito disuadirte de invertir. Al revés, es para que veas los riesgos de invertir exclusivamente para obtener ganancias a corto plazo.
Cuando se trata de invertir, el tiempo es tu mejor amigo.
Después de todo, el tiempo es lo que permite que haya un interés compuesto, lo que Albert Einstein calificó famosamente como “la octava maravilla del mundo.”
Ejemplo 2: El Poder del Interés Compuesto
Como segundo ejemplo, digamos que has invertido $10,000 en tu IRA con un retorno anual del 10%. Si añades $1,000 extra cada mes por los siguientes veinte años, tu cantidad inicial de $10,000 se incrementaría en más de $785,000 para el año 2042.
Eso no es magia, es el interés compuesto
Para capitalizar las ganancias de tu interés compuesto, necesitas tener una cantidad significativa de efectivo para invertir. También necesitarás el tiempo y la paciencia necesaria para dejar que tus inversiones crezcan, a pesar de los periodos de volatilidad del mercado.
Si todavía no te encuentras en un momento de tu vida donde invertir sea factible, está bien. En muchos casos, puede que sea más estratégico utilizar tu efectivo para:
- Añadir a tu fondo de emergencia.
- Pagar deudas con intereses altos.
- Invertir en ti mismo (y en el conjunto de tus habilidades que puedas marketear)
Las estrategias de ahorro pueden ayudarte a conseguir estas metas y restaurar tus reservas financieras hasta que llegues a ese momento donde puedas invertir con confianza.
Parte 2: Cuándo Ahorrar
Te vamos a decir un pequeño secreto: siempre es un buen momento para ahorrar, no importar en qué etapa de tu vida estés.
Por supuesto, aunque ahorrar sea importante siempre, en algunas ocasiones resulta vital. Dichos momentos incluyen ahorrar para el pago inicial de una casa, para reducir tus deudas estudiantiles o para cubrir la prima anual del seguro de tu coche. Estos gastos requieren que tengas efectivo a la mano dentro de tu cuenta de ahorros.
Pero esa no es la única razón por la que ahorrar todo el año sea importante.
Además de ayudarte a hacer compras más intencionadas, tus ahorros pueden ayudarte a prepararte para cubrir costos inesperados, como pagar una cuenta médica grande después de un accidente.
Para ayudarte a tener un poco de espacio para maniobrar financieramente hablando, los expertos recomiendan tener un mínimo de tres a seis meses en ahorros de emergencia a la mano.
Después de todo, el futuro es incierto y las dificultades económicas pueden ocurrir con rapidez, como los últimos años han revelado.
Parte 3: Cómo Ahorrar
Aquí tienes algunas estrategias aplicables para comenzar a ahorrar:
- Haz un presupuesto: aunque hacer presupuestos puede ser intimidante para muchas personas, te recomendamos que lo veas mejor como una oportunidad para reestructurar tu vida financiera.
¿Necesitas ayuda para empezar?
Intenta una estructura para presupuestos del 50/30/20, donde el 50% de tus gastos son para cubrir tus necesidades (como la renta y la despensa), 30% para lo que quieres (como esa nueva TV o unos boletos para un concierto) y 20% va directo al banco.
Haz click aquí para aprender más acerca de la estructura 50/30/20 (y conocer algunas apps para hacer presupuestos y ayudarte a simplificar el proceso).
- Invierte en ti mismo: ¿por qué comprar acciones en otra compañía cuando podrías invertir ese dinero en ti mismo, tu negocio, tu carrera o tus habilidades vendibles en general?
Conforme crezca tu negocio e incrementes tu habilidad para manejarlo, crecerán tus ingresos (y ahorros).
Después de todo, tú eres tu mayor inversión. - Establece un fondo de emergencias: los malos días son inevitables, pero un fondo de emergencia te puede ayudar a que tus finanzas se mantengan a flote (y a darte la confianza suficiente a lo largo de las diferentes etapas de tu vida).
Ya que ahorres para una semana, un mes o un año entero de gastos, sé consciente que cada dólar que ahorres te vendrá muy bien cuando lo necesites.
¿Quieres saber más? Haz click para leer nuestro artículo “Tres Formas de Crear un Fondo de Emergencias como Extranjero.” - Paga tus deudas pendientes: algunos años atrás, un joven accionista le preguntó al legendario emprendedor Mark Cuban sobre su mejor consejo para invertir.
Él le contestó: [Paga] cualquier deuda que tengas.”
Así es, nada se acaba más rápido tus ahorros como las deudas, ya sea que se traten de préstamos estudiantiles, préstamos individuales o tarjetas de crédito. Como Cuban dijo, “Si pagas ese préstamo [del 7%], estarás ganando 7%. Ese es tu rendimiento inmediato, el cual es mucho más seguro que tratar de elegir una acción para invertir.”
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